Ciencia y salud

Por José Antonio Lozano Teruel

Sunshine, ¿cuánto de ciencia?

Sinopsis:   Estamos en el año 2057, el Sol está agonizando, la Tierra se congela y la humanidad se extingue. La última esperanza recae en el Ícaro II, una nave espacial con una tripulación de ocho hombres y mujeres comandados por el capitán Kaneda. Su misión: transportar un dispositivo nuclear diseñado para volver a activar nuestro agonizante Sol. Un terrible accidente pone en peligro la misión y pronto la tripulación se encuentra luchando no sólo por sus vidas y su estabilidad mental, sino por el futuro de todos nosotros.

ASESORÍAS
El verano es buena fecha para evadirse con películas llamativas e imaginativas. Estrenada en abril de este año, la película Sunshine cuenta con un conocido director (Danny Boyle: Una historia diferente, 28 días después, La playa..), un experto guionista (Alex Garland) y un buen reparto encabezado por Cillian Murphy. Siendo una película de ciencia-ficción, podemos preguntarnos ¿qué es, más ciencia o más ficción?. ¿Existe peligro de que el Sol llegue a apagarse?. ¿En qué plazo?. ¿Podría influir el hombre en el proceso?.

El filme ha contado como asesor científico con Brian Cox, profesor de la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad de Manchester e integrante del CERN en Ginebra, quien durante el rodaje de la película acompañó al equipo en algunas ocasiones, al igual que Cillian Murphy, el excelente actor intérprete del científico héroe de la trama, quien también visitó las instalaciones del CERN en Ginebra e, incluso, recibió alguna instrucción sobre Física.

El soporte científico manejado por Cox para considerar la posibilidad teórica de interferir con la muerte física del sol por enfriamiento se basó en la hipótesis de que las gigantescas explosiones de rayos gamma del cosmos provocan la muerte de las estrellas de neutrones al tiempo que las partículas Q-balls envían gran parte de la masa como neutrinos. Y es que, en algunas versiones de la teoría física de la supersimetría, enunciada hace más de medio siglo, las partículas (neutrinos, quarks, electrones) pueden formar aglomeraciones gigantes, casi como los núcleos supersimétricos conocidos como Q-balls que también se habrían creado justo en el instante del BigBang. Si una de esas hipotéticas Q-balls llegase al corazón de una estrella podría comenzar a “comerse” la estrella desde dentro como un cáncer, lanzando masa de la misma al espacio. En todo caso, se necesitarían estrellas muy densas, estrella de neutrones, para capturar esas Q-balls.

La hipótesis, pues, no es aplicable al Sol, cuya densidad es muchísimo menor que la necesaria para que operasen las hipotéticas Q-balls. En el filme, prácticamente, no se comentan estos hechos.

MUERTE

¿Se muere el Sol?. Sí, pero nunca en unas cinco decenas de años como se plantea el filme. Los tiempos solares son de otra magnitud.  Por ejemplo, los rayos solares que nos están bronceando este verano salieron del núcleo solar hace unos 700.000 años, es decir cuando ni el Homo sapiens ni tampoco los neandertalenses habían aparecido.

En el interior del Sol se producen reacciones de fusión en las que los átomos de hidrógeno se transforman en helio, produciéndose la energía que irradia. Actualmente, el Sol se encuentra en plena secuencia principal y así seguirá unos 4000-5000 millones de años más. Tras ello, cuando el hidrógeno de su núcleo sea más escaso, se contraerá y así se encenderá la capa de hidrógeno adyacente, pero esto no bastará para frenar el colapso. Seguirá compactándose el núcleo hasta que su temperatura sea lo suficientemente elevada como para fusionar el helio del núcleo pero. Simultáneamente se expandirán las capas exteriores de la envoltura, disminuyendo su temperatura hasta la región roja del espectro. El Sol se habrá convertido en una estrella gigante roja.

El radio del Sol, para entonces, será tan grande que habrá engullido a Mercurio, Venus y, posiblemente, a la Tierra. Durante su etapa como gigante roja (unos 1000 millones de años) el Sol irá expulsando gas cada vez con mayor intensidad. En los últimos momentos el núcleo y sus alrededores alcanzarán un estado de la materia muy concentrado en el que las repulsiones de tipo cuántico entre los electrones extremadamente cercanos (degenerados) frenarán el colapso. Quedará un remanente estelar, una enana blanca de carbono y oxígeno que se irá enfriando paulatinamente.

Tampoco el filme, evidentemente, contempla estos hechos.

CLIMA
La película se basa en que la Tierra se congela porque el Sol se va apagando. ¿Existe esa relación directa entre clima terrestre y actividad solar?. Este es uno de los puntos más controvertidos ya que científicamente no existe consenso al respecto, como es bien sabido por el actual debate sobre el cambio climático. En estas páginas nos hemos referido anteriormente al efecto antropogénico así como al de las tormentas solares. Hoy vamos a exponer otros argumentos más geológicos, basados en los propios planetas.

Así, la mejor hipótesis para explicar los cambios bruscos de clima de Marte en los últimos 4 ó 5 millones de años se basa en las variaciones en la oblicuidad (dirección en la que apunta el eje de rotación del planeta). No tiene nada que ver con el Sol. En cuanto a la Tierra, cuando nació, su clima era mucho más cálido y, sin embargo, el Sol era un 30% menos brillante que ahora. Una explicación sería que la Tierra estaba rodeada por una atmósfera masiva de CO2, que como sabemos es un gas de gran efecto invernadero. Pero, ¿por qué no hay huellas de glaciaciones al principio de la historia de la Tierra, y sí, en cambio, posteriormente, con el Sol más caliente?. Más aún, la Tierra se congeló casi por completo hace entre seiscientos y novecientos millones de años, y el Sol no era diferente al de ahora. Otro dato: durante  los siglos (XIII - XVIII) de la llamada Pequeña Edad de Hielo tampoco hay indicios de alteraciones en el Sol hasta los últimos 70 años (el llamado Mínimo de Maunder) y algunos científicos buscan la causa en un cambio en la salinidad del Atlántico Norte que interrumpió temporalmente la corriente del Golfo.

Según todo ello, la actividad solar sólo retocaría el clima, cuyas causas importantes estarían en los propios planetas. El clima de la Tierra no es lineal, tiene máximos y mínimos térmicos con duraciones de centenares de millones de años y distribuidos sin ningún ritmo aparente. Ello es uno de los grandes problemas no resueltos de la historia de la Tierra, y por extensión del Sistema Solar.

En suma, Sunshine es ciencia-ficción, pero más ficción que ciencia.

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