La imagen que ha perdurado de Abraham Lincoln es la de una persona muy tranquila y reflexiva. Sin embargo, unos años antes de ser presidente era un hombre de carácter extremadamente irritable y angustiado. Ese cambio de personalidad ha sido investigado y se atribuye al hecho de haber dejado de consumir "masa azul", un antidepresivo usado en el siglo XIX. Reconstruyendo las recetas de la época se ha deducido que dado su elevadísimo contenido en mercurio, le habían producido a Lincoln un verdadero envenenamiento desencadenador de sus síntomas neurológicos de insomnio, convulsiones y cólera.