Tráfico
Vivir en zonas de alta densidad de tráfico puede tener consecuencias negativas para la salud. Así lo ponen de manifiesto dos investigaciones muy recientes recogidas en la revista ENVIRONMENTAL HEALTH. La más próxima, de esta semana, demuestra que el ruido del tráfico incrementa la presión sanguínea, y la han realizado investigadores suecos de la Universidad de Lund, concretando que la exposición auditiva por encima de los 60 decibelios se asocia a hipertensión en las personas jóvenes y de mediana edad. Hay que recordar que los estudios existentes indican que más del 30% de la población europea vive en zonas sometidas a una contaminación acústica superior a los 55 decibelios. La otra investigación, italiana, fue iniciada en 12 lugares diferentes el año 2002, sobre unos 34.000 niños y adolescentes, Publicada recientemente, demostró que la exposición a altas intensidades de tráfico incrementaba la prevalencia de los problemas respiratorios y exacerbaban grandemente los problemas asmáticos preexistentes en niños.
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