Peptido YY3-36
El camino que condujo al descubrimiento del péptido YY y su relación con el apetito fue laborioso. En 1983, se demostró que la familia de los péptidos (proteínas de pocos aminoácidos) YY se encontraba presente en el cerebro. Y, un año más tarde, que éstos eran liberados en el intestino después de una comida. Luego, se aclaró que transmitía la señal de que no es necesario seguir comiendo y, ensayos en humanos han demostrado que inyectada en voluntarios sanos, redujo su ingesta en más de un 60% y la sensación de hambre en más de un 40%.