Casi todos hemos escuchado alguna vez la recomendación de que es extremadamente conveniente para la salud beber unos dos litros de agua diarios. En un artículo publicado en el último número de la revista Endocrinology and Metabolism se señala que esa regla nunca ha sido contrastada científicamente, que, salvo indicaciones concretas, el estado de salud no guarda relación directa con la cantidad de agua bebida y que docenas de estudios muestran la precisión de los sistemas fisiológicos de regulación de la ingesta de agua, que supone el 90% del contenido de frutas y vegetales o el 75% del peso de la carne o pescado.