En Halifax, Canadá, el doctor Crocker está desarrollando un modelo animal del síndrome de Reye con ratones recién nacidos sometidos primero a sustancias surfactantes usadas en fumigaciones agrícolas y después a virus B de gripe adaptados a ratones. Desarrollan patologías semejantes a las de Reye y los antipiréticos aspirina y acetaminofeno intensifican la infección viral. La hipótesis de que el origen del síndrome de Reye se deba a contaminantes de fumigaciones y a una posterior infección vírica viene reforzada por datos epidemiológicos de que la mayoría de los niños afectados por la enfermedad procedan de zonas rurales sometidas a fumigaciones masivas.