No se apagan totalmente las esperanzas de conseguir una vacuna útil para curar o reducir el progreso de esta enfermedad, estimulando anticuerpos que consigan reducir el acúmulo de proteína beta-amiloide característico de la enfermedad. En enero pasado, por efectos laterales de inflamaciones cerebrales, se interrumpió una prueba que se pensaba hacer sobre 360 pacientes. Ahora, los investigadores de la Universidad de Zurich responsables del proyecto indican que, en pruebas realizadas sobre ratones, han logrado superar las dificultades. También, que los 24 pacientes que recibieron la vacuna antes de suspenderse las pruebas generaron un anticuerpo anti-proteína amiloide que llegaba al cerebro.