Ciencia y salud

Por José Antonio Lozano Teruel

Síndrome de Lynch

Desde el punto de vista genético los síndromes de Lynch I y II son desórdenes hereditarios autosómicos, de carácter dominante, que representan, aproximadamente un 5% de todos los cánceres colorrectales. El síndrome de Lynch II muestra las características de síndrome de Lynch I, además de dar lugar a un gran número de cánceres colorrectales extracolon, particularmente carcinomas de endometrio, ovarios, intestino delgado, estómago, etcétera. La penetrancia genética del genotipo defectuoso se estima que es del 85 al 90%.

· Primeramente, en varias familias afectadas, hace unos pocos años, se descubrieron mutaciones de hMSH2, localizadas en la región cromosómica 2p. Después, se encontraron otras mutaciones de hMLH1 en la región cromosómica 3p. Por sí solas, esas mutaciones son las causantes de hasta el 90% de todos los casos conocidos de síndrome de Lynch. Las mutaciones afectan al proceso de reparación del ADN y se detectan como errores en las largas secuencias genéticas "tandem" repetitivas, lo que origina inestabilidad en los microsatélites de las células tumorales.

· En el síndrome de Lynch la orientación genética presintomática de los miembros de las familias afectadas, a fin de comprobar si presentan algunas de las mutaciones genéticas que pueden desencadenar la enfermedad, no solo es posible sino necesaria, y se facilita con el desarrollo actual de la Biología Molecular, que permite realizar el análisis genético, incluso prenatal. A fin de prevenir la progresión acelerada desde adenomas a carcinomas, ello debe acompañarse de colonoscopias bianuales hasta los 35 años, que serán anuales a partir de esta edad, o desde que se sepa que una persona es portadora de una de las mutaciones genéticas en la línea germinal, en cuyo caso también es posible la opción de una colectomía subtotal profiláctica.

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