Ciencia y salud

Por José Antonio Lozano Teruel

Telecirugía: un inicio transatlántico

Hace unos días todos los medios de comunicación se hacían eco de una operación quirúrgica que habían realizado unos cirujanos de Nueva York. En realidad, se trataba de una operación poco complicada de las que suelen hacerse muchas en cualquier hospital: una colecistectomía laparoscópica, o lo que es igual, una extirpación de la vesícula biliar, a una mujer de 68 años.

¿Por qué tanta repercusión?. La novedad, la gran novedad, consistió en que la paciente estaba en Estrasburgo y los cirujanos en Nueva York, es decir, que se habían de recorrer más de 14.000 km desde la señal promovida por la mano de un cirujano hasta que éste visualizaba sobre una pantalla el resultado de la misma. Y ello sucedía con una demora de poco más de una décima de segundo, una fracción de tiempo casi imperceptible.

DIFICULTADES. Hasta hace poco se pensaba que, aun considerando superables las dificultades tecnológicas del desarrollo de instrumentos quirúrgicos robóticos o las de sistemas informáticos precisos, la telecirugía debería considerarse restringida a una distancia máxima de unos centenares de kilómetros, debido al retraso o "lag" que significa cualquier telecomunicación, en este caso el tiempo necesario para que la señal producida por el movimiento de la mano del cirujano se transforme en una señal electrónica que se traslade hasta el robot quirúrgico y la acción correspondiente grabada en vídeo sea retransmitida, llegue y sea vista por el cirujano.

La posibilidad del desarrollo de la telecirugía, realizada por robots quirúrgicos teledirigido a distancia por los mejores expertos cirujanos, abre unas posibilidades fascinantes. Con ello se eliminarían las restricciones geográficas, los costosos traslados de pacientes a centros de alta especialización o la escasez local de cirujanos muy especializados, mientras la contrapartida podría ser el disponer en cualquier momento y lugar de la tierra de la habilidad y sabiduría del mejor cirujano del mundo.

En los últimos años se han desarrollado en diversos y prestigiosos centros excelentes programas de Telemedicina, relacionados con el diagnóstico, consultas y tratamientos médicos e, incluso existen algunos de teleasistencia quirúrgica. Sin embargo, se pensaba que la realización a distancia de una intervención quirúrgica de cierta importancia no podría contemplarse en un futuro cercano por unas limitaciones técnicas evidentes. Los principales factores limitantes se clasificaban en dos categorías. La primera, el relativo alto tiempo necesario para convertir los movimientos quirúrgicos y las imágenes de vídeo en señales electrónicas. La segunda, las limitaciones de las telecomunicaciones en cuanto a anchura de banda y tiempo de transmisión.

TECNOLOGÍA. Para comprobar las máximas posibilidades de las técnicas actuales ya existentes hace algún tiempo se formó un equipo investigador mixto formado por científicos franceses del IRCAD (Instituto Europeo de Telecirugía, de la Universidad Luis Pasteur de Estrasburgo), con cirujanos americanos (Departamento de Cirugía Laparoscópica, del Mount Sinaí Medical Center de Nueva York). Todo ello apoyado en los sistemas robóticos Zeus desarrollados por la empresa californiana Computer Motion, y la red de comunicación a cargo de FranceTelecom/Equant. Sus innovadores resultados acaban de publicarse en la revista Nature

El sistema robótico cuenta de dos subsistemas, respectivamente situados junto al cirujano y al paciente. En cuanto a las conexiones de la red de transmisión de datos por fibra óptica se utiliza la tecnología ATM (modo de transferencia asincrónica), con un ancho de banda de 10 megabits por segundo y con dos unidades NTU terminales en los extremos, capaces de ofrecer multiservicios a las diferentes aplicaciones. Previamente se comprobó que al enviar información entre ambas terminales, en forma de paquetes de datos, no tenía lugar ninguna pérdida de tales datos.

En cuanto al tiempo de retraso de las señales, el transporte ATM a lo largo de los 14.000 km supuso solo unos 80 ms (milisegundos) y el de codificación y decodificación de las señales de vídeo otros 70 ms, a los que había que añadir unos 5 ms de adaptaciones y de la conversión de los paquetes informativos desde el sistema Ethernet de los ordenadores al ATM. Sumado todo ello se obtuvo un total de 150-155 ms

NY-EUROPA. Pero hasta llegar al paciente humano previamente se realizaron muy diferentes intentos y comprobaciones. La primera colecistectomía laparoscópica o extirpación de vesícula biliar, realizada a distancia, asistida por un robot quirúrgico, se realizó desde Estrasburgo, a un cerdo situado en París, unos 1000 km de distancia. El tiempo de demora de la señal de ida y vuelta fue de 20 ms, pero se incrementó artificialmente hasta unos 550 ms para investigar la repercusión de la demora sobre el cirujano. La conclusión fue la de que era admisible una demora de hasta 330 ms.

Una vez bien entrenados los equipos el siguiente paso consistió en la realización con éxito de seis colecistectomías laparoscópicas robóticas desde Nueva York sobre cerdos localizados en Estrasburgo. La duración media de las intervenciones fue 45 minutos. Los tres cirujanos que habían operado desde Nueva York realizaron una valoración ciega subjetiva del proceso, desde 0 a 10 puntos (0 lo peor posible; 10 lo mejor posible) con los diversos factores relacionados con el mismo. La calidad de las imágenes mereció una calificación de 9,1. La gran velocidad de transmisión de las señales o la pequeña demora, se valoró con 8,5 puntos. Con 9,1 la coordinación conseguida para la electrocauterización. Y 8,7 alcanzó a seguridad y precisión del proceso global

Todo ello, con el permiso de la paciente y la aprobación de los respectivos comités éticos, hospitalarios, permitió la realización de la operación quirúrgica entre Nueva York y Estrasburgo de la que los medios de información informaron tan profusamente. El encendido y puesta a punto de los sistemas robóticos e informáticos se realizó en 16 minutos y la vesícula fue extirpada en un tiempo total de 54 minutos, sin ninguna complicación intraoperatoria ni complicación postoperatoria, por lo que la paciente recibió el alta a las 48 horas.

Es indudable que, ahora mismo, el procedimiento es solo experimental, con carácter de prueba e Investigación. Los altos costos hacen inviable su generalización. Pero lo que hemos de valorar es su carácter pionero, lo que unido a los rápidos avances en robótica, comunicaciones e informática, asegura la certeza de la frase ¨la telecirugía ha nacido" así como el vaticinio de que le espera un futuro fascinante en beneficio de la Humanidad enferma.

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