Científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets y de la Universidad Politécnica de Aquisgrán han desarrollado un nuevo material plástico biodegradable, biocompatible y con "memoria estructural" que se podría usar en aplicaciones biomédicas: lámina separadora evitadora de adhesiones entre tejidos internos, tras una intervención quirúrgica; tornillos o clavos para tratar fracturas óseas; stents en angioplastias o hilos de sutura para cerrar heridas