Ciencia y salud

Por José Antonio Lozano Teruel

Nuestros microbios nos protegen contra las alergias alimentarias Nuestros microbios nos protegen contra las alergias alimentarias

El interés científico por conocer el microbioma o microbiota humano es exponencial de modo que en los últimos 5 años se han publicado más del 90% de las más de 4.000 investigaciones publicadas sobre el tema, en revistas indexadas por PubMed

Nuestros microbios nos protegen contra las alergias alimentarias
Nuestros microbios nos protegen contra las alergias alimentarias
El interés científico por conocer el microbioma o microbiota humano es exponencial de modo que en los últimos 5 años se han publicado más del 90% de las más de 4.000 investigaciones publicadas sobre el tema, en revistas indexadas por PubMed. Se trata del conjunto de microorganismos que se localizan de manera normal en distintos sitios del cuerpo humano y que, en relación simbiótica comensal con el hospedador, intercambian ventajas mutuas, por ejemplo ayudan a la digestión de alimentos, producen vitaminas y protegen contra la colonización de otros microorganismos que pueden ser patógenos (antagonismo microbiano) En particular, el equilibrio entre las comunidades microbianas que conforman la microbiota del tracto gastrointestinal es de vital importancia para la salud del ser humano y buena parte de los parámetros fisiológicos e inmunológicos están profundamente afectados por la presencia y naturaleza de esa microbiota, siendo la resistencia del huésped a las infecciones uno de los factores principales. Como es lógico, una microbiota anormal también puede favorecer el desarrollo de diversas patologías. Por cada célula humana existen 10 microbianas, En el intestino grueso habitan aproximadamente diez billones de bacterias con un peso total de más de un kilo.  
 
La microbiota humana contribuye al estado de salud y enfermedad del ser humano de un modo aún poco conocido pero que tiene una gran importancia. Hoy comentaremos su relación con un tipo particular de alergias,  tal como lo acaba de describir un grupo investigador en el artículo titulado “Commensal bacteria protect against food allergen sensitization”, recién publicado en la excelente revista Proc Natl Acad Sci U S A. 
 
El resumen se puede consultar en:
 
http://www.sciencedaily.com/releases/2014/08/140825152016.htm
 
 
 
Es bien sabido que la prevalencia de incidencia de las alergias alimentarias en los niños ha aumentado de manera espectacular en los últimos años. Así, en los EE.UU., se estima que el 7% de los niños y el 5% de los adultos ya se ven afectados. Los cambios en la composición de los microbios intestinales provocados por el abuso de los antibióticos o por una dieta inadecuada podrían explicar en parte el aumento de la prevalencia de las alergias alimentarias, pero aún se sabe poco al respecto. 
 
Lo que han encontrado investigadores de la University of Chicago Medical Center, trabajando sobre ratones, es que una bacteria, Clostridia, protege contra las alergias alimentarias, lo que abre el camino a la posibilidad de usar tratamientos probióticos para prevenir o curar las alergias alimentarias infantiles. Los autores, piensan que sus hallazgos pueden ser extrapolables a los seres humanos, lo que ayudará a buscar nuevos enfoques terapéuticos, mediante el cambio de la composición de los microbios intestinales.
Según el Dr. Andrew Stefka, director de la investigación “Hemos encontrado un apoyo sólido a la idea de que nuestros microbios residentes proporcionan señales beneficiosas que educan adecuadamente a nuestro sistema inmune… Esperamos que estas observaciones sirvan para fomentar el debate acerca de cómo el uso excesivo de antibióticos, especialmente en la infancia, puede desempeñar un papel negativo en el rápido aumento de la incidencia de alergias infantiles a los alimentos.” 
 
En la investigación, Stefka y sus colaboradores expusieron a ratones a los alérgenos de cacahuetes y de la toxina del cólera para inducir respuestas alérgicas y, concretamente,  encontraron que la sensibilización a los alergenos alimentarios era mayor tanto en los ratones tratados con antibióticos, como en los ratones que carecían de los microbios del intestino porque habían sido criados en un ambiente libre de gérmenes.  
 
Sin embargo, cuando los científicos colonizaron con Clostridia selectivamente a estos ratones criados en el ambiente libre de gérmenes, encontraron que las bacterias Clostridia  provocaban protección contra la sensibilización a los alérgenos de cacahuetes. De modo semejante, en los ratones tratados con antibióticos, la reintroducción en su microbiota de Clostridia también hizo recuperar la protección contra los alérgenos alimentarios. 
 
Se ha sugerido que la causa de las respuestas alérgicas a los alimentos puede deberse, en parte, a defectos en la permeabilidad intestinal, aunque lo cierto es que desconocemos los mecanismos implicados en la absorción de los antígenos de la dieta hasta la circulación sistémica.  
 
Al respecto, este equipo investigador ha dado un gran paso positivo. Utilizando análisis de “microarrays” de células epiteliales intestinales de los ratones, encontraron la existencia de un mecanismo hasta ahora desconocido por el cual las Clostridias regulan la permeabilidad del epitelio intestinal y protegen contra la sensibilización a alérgenos.  
 
Se trata de que estas bacterias inducen la producción de una proteína, la interleucina-22 (IL-22), que protege la barrera epitelial intestinal, constituyendo la primera investigación publicada sobre la relación entre IL-32 y las alergias alimentarias.  
 
Más aún, comprobaron analítica y cuantitativamente que el efecto de Clostridia a través de la IL-22 reducía, de un modo considerable, la absorción del antígeno de la dieta hasta la circulación sistémica, protegiendo con ello contra su  sensibilización. 
 
En el próximo futuro investigaran más a fondo el camino molecular de la activación de la producción de IL-22 así como el de sus efectos a fin de encontrar otras nuevas dianas terapéuticas potenciales.
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