Lo mejor del 2014 en ciencia
Al finalizar cada año se suele recapitular sobre lo sucedido y la Ciencia no puede ser la excepción de esta regla. Dos de las más importantes revistas científicas del mundo, Science y Nature, acaban de publicar una relación con los que consideran los diez más destacados descubrimientos o científicos del año. Como suele ser habitual desde hace algún tiempo las materias más “premiadas” son la biomedicina, el espacio y la informática
Al finalizar cada año se suele recapitular sobre lo sucedido y la Ciencia no puede ser la excepción de esta regla. Dos de las más importantes revistas científicas del mundo, Science y Nature, acaban de publicar una relación con los que consideran los diez más destacados descubrimientos o científicos del año. Como suele ser habitual desde hace algún tiempo las materias más “premiadas” son la biomedicina, el espacio y la informática.
Las dos revistas han coincido en que el hecho más destacado del año ha sido el primer aterrizaje de un artefacto humano, la misión Rosetta, que el pasado 12 de noviembre posó, a su módulo Philae, en el cometa 67P/Churyamov-Gerasimenko, destacándo el papel del científico italiano Andrea Accomazzo, quien ha sido el director de vuelo de la nave de la Agencia Espacial Europea (ESA). Ello ocurrió tras un largo viaje de diez años y de más 6.400 millones de kilómetros que incluyeron tres sobrevuelos sobre la Tierra y uno sobre Marte. Hubo importantes problemas ya que en su posado Philae rebotó dos veces y no se detuvo en su objetivo original, por lo que sus paneles solares no reciben suficiente luz y quedó inactiva a los tres días. No se sabe si en agosto, al recibir más sol, “resucitará” de nuevo. En todo caso los datos proporcionados por Philae y por Rosetta ya han permitido conocer que el agua de los cometas es distinta a la de los océanos terrestres.
El otro hecho científico singular que destacan ambas revistas está protagonizado por una científica hindú, Radhinka Nagpal, por el desarrollo de enjambres de robots inspirados en las comunidades de insectos y que cooperan como los propios insectos. Ello se ha desarrollado en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts (EE.UU.), usando un “ejército” de 1024
«kilobots», del tamaño de una moneda, que se organizan sin supervisión humana para formar figuras bidimensionales como estrellas, letras u otras con solo darle las instrucciones iniciales, de modo parecido a cómo las hormigas, las termitas o las abejas lo hacen cooperativamente para alcanzar una meta.
Volviendo al espacio, la revista Science considera destacable que hemos entrado en la era de los satélites baratos, como los CubeSats, muy baratos y de una superficie de sólo unos 10 cm cuadrados. En el año 2014 se lanzaron más de 75, todo un récord y están ayudando a estudiar aspectos tales como la deforestación, el desarrollo urbano o los cambios en los ríos. En cuanto a la revista Nature, en el campo espacial lo que señala es el éxito de otro científico hindú, quien desde la India, ha sido el responsable de la misión a Marte de la sonda india Mangalyaan, un hito tecnológico no logrado por ningún otro país asiático. Otro caso curioso fue el derivado de las informaciones de los astrofísicos del centro Harvard-Smithsonian, quienes en marzo anunciaron la detección por primera vez la presencia de ondas gravitacionales, una de las consecuencias físicas de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein. Inmediatamente se les consideró posibles receptores del Premio Nobel de Física. Sin embargo, recientemente, el astrofísico David Spergel descubrió un error en los datos del equipo que hizo el anuncio, pues no habían tenido en cuenta la distorsión producida por el polvo cósmico.
Y en la informática (Science) los chips neuromórficos desarrolllados por ingenieros IBM Chips que funcionan como un cerebro, microprocesadores que funcionan de forma similar a la de un cerebro vivo, imitando su arquitectura buscando mejorar la inteligencia artificial de los dispositivos digitales y sustituir a los chips tradicionales.
En cuanto a las biociencias, los ejemplos son numerosos: el más doloroso el protagonizado por el investigador de Sierra Leona Humarr Khan, parte del equipo que desarrolló los primeros estudios de la secuencia genética del virus. Khan murió el 29 de julio tras contagiarse él mismo de la enfermedad trabajando en el Hospital. Otro ejemplo ampliamente difundido por los medios de comunicación ha sido el del “reto del cubo de agua helada”, para llamar la atención sobre la esclerosis lateral amiotrófica. Un descubrimiento con grandes posibilidades futuras para tratar patologías relacionadas con el envejecimiento, ha sido el realizado por investigadores de la Universidad de Stanford de que un componente en la sangre de los ratones jóvenes (2 meses) era capaz de rejuvenecer el músculo y el cerebro de ratones en la última etapa de su vida (22 meses). Los ratones añosos mejoraban su capacidad de orientación y aprendizaje a niveles comparables a los de los jóvenes produciéndose cambios estructurales en su hipocampo, es decir que algunos deterioros propios de la edad eran reversibles. En el campo cerebral, Los investigadores de la Universidad de California Davis lograron borrar recuerdos o crear otros falsos en ratones disparando rayos de luz a las células de su cerebro, con una técnica denominada optogenética, consiguiendo cambiar el contenido emocional del recuerdo desde bueno a malo, o viceversa. Realmente asombroso e inquietante. Por otra parte ya se puede hablar de vida semisintética diferente a la conocida hasta ahora. Investigadores del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California (EE.UU.) han diseñado una bacteria E. coli semisintética que posee un material genético extra ya que aparte de nuestras 4 bases tradicionales G, T, C y A de nuestro ADN, han conseguido introducir otros dos bloques diferentes que no existen en la naturaleza. En un campo más práctico de esperanza para el futuro se incluiría el logro de investigadores de la Universidad de Harvard (EE.UU.) para obtener a partir de células embrionarias humanas células beta, productoras de insulina en el páncreas. Los científicos piensan que en unos pocos años estarán en marcha los ensayos para realizar trasplantes humanos. Asimismo los excelentes hallazgos de la japonesa Masayo Takahashi en sus investigaciones pioneras sobre células madre o los de la oncóloga estadounidense Suzanne Topalian en sus desarrollos de tratamientos inmunitarios contra el cáncer.
El capítulo de grandes mujeres científicas se completa con la iraní Maryam Mirzakhani, la primera mujer ganadora de la medalla Fields de matemáticas desde que se instauró ese galardón en 1936, una especie de Nobel de las matemáticas.
Los últimos tres grandes hitos científicos del 2014 destacados por las revistas Nature o Science son los siguientes:
El árbol de la vida aviar más completo hasta la fecha realizado por un consorcio internacional de cientos de investigadores de 20 países durante cuatro años descubriendo como cómo ciertos linajes de dinosaurios desarrollaron cuerpos pequeños y ligeros que les permitieron evolucionar hacia varios tipos de aves y sobrevivir hace casi 66 millones de años a la gran extinción del Cretácico-Paleógeno. En la investigación compararon 850 rasgos morfológicos de 150 especies distintas.
Un hallazgo rupestre muy revelador demostrativo de que las primeras producciones rupestres no se llevaran a cabo solo en Europa, sino también en las antípodas. Se trata doce negativos de unas manos de unos 40.000 años y unas pinturas de animales de 35.400, en una cueva de Indonesia, de la isla de Sulawesi que rivalizan en antigüedad con algunas de las joyas prehistóricas europeas, como los discos rojos de la cueva cántabra de El Castillo o la «Capilla Sixtina» de Altamira.
Y, para finalizar un logro tecnológico, el de Sjors Scheres, de la universidad británica de Cambridge, por sus logros con una técnica de microscopía que permite detectar electrones con mayor eficacia y observar proteínas con una resolución antes desconocida.
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