Lo han descubierto investigadores en la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. La osificación (u osteogénesis) en la remodelación ósea es el proceso de establecer un nuevo tejido óseo a partir de unas células llamadas osteoblastos. Lo han publicado en la revista Stem Cells.

 

Las conocidas como células madre mesenquimales dentro de mesénquima o de la cavidad medular de una fractura de hueso son las que inician el proceso de osificación intramembranosa. Una célula madre mesenquimal, o MSC, es una célula no especializada que puede convertirse en un osteoblasto. Lo que han logrado los investigadores es modificar la expresión de gen en los núcleos de células precursoras mesenquimatosas con el fin de forzarlas a convertirse en osteoblastos (células óseas)., en lugar de la otra posibilidad que es la de ser convertidas en adipocitos o células del material adiposo.

 

Lo han conseguido, en ratones, utilizando citocalasina D, que es un metabolito de origen fúngico capaz, como todas las citocalasinas, de unirse a filamentos de actina e impedir su polimerización. Efectivamente, al tratar con citocalasina D las MSC éstas se convirtieron en células óseas en lugar de adipocitos.

 

Más aún, la introducción de una pequeña cantidad de citocalasina D en el espacio de la médula ósea de los ratones hizo que se formara hueso.

 

Como la formación de hueso en los ratones no es muy diferente a la humana, por los que los resultados podrían ser transferidos a nuestra especie. Lo importante ha sido descubrir este punto de partida, que el transporte de actina en los núcleos de las células puede ser una buena forma de forzar a las células precursoras mesenquimatosas para convertirse en células óseas.

 

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