Ciencia y salud

Por José Antonio Lozano Teruel

Más trasplantes de médula ósea

Hace poco más de veinticinco años los doctores Till y McCulloch iniciaron lo que posteriormente iba a ser uno de los avances más significativos actuales en los campos de la hematología y de la oncología: el trasplante de médula ósea

Hace poco más de veinticinco años los doctores Till y McCulloch iniciaron lo que posteriormente iba a ser uno de los avances más significativos actuales en los campos de la hematología y de la oncología: el trasplante de médula ósea. 
 
Estos investigadores sometieron a ratones a dosis letales de irradiación causantes de la muerte de las células precursoras de las que circulan en la sangre: hematíes, leucocitos y plaquetas. Pero, curiosamente, cuando esos ratones eran sometidos a transfusiones de sangre procedente de ratones hermanos, comprobaron una paulatina recuperación de la hematopoyesis, o proceso de formación de las células sanguíneas. En estudios realizados sobre cultivos celulares demostraron asimismo que todas las diversas células de la sangre provenían de unas células comunes pluripotenciales, conocidas como células stem, células madre, células precursoras o células tronco. Los descubrimientos anteriores estimularon al grupo de la Clínica Fred Hutchinson de Seattle, USA, dirigido por el profesor Donald Thomas, a intentar su aplicación terapéutica en personas con enfermedades incurables de la sangre, desarrollando a finales de los años setenta la técnica del trasplante de médula ósea, que pronto demostró su eficacia en la curación de procesos hematológicos considerados incurables hasta entonces. Hace cuatro años, el profesor Thomas fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina y, entretanto, el avance tecnológico y la indicación del trasplante de médula ósea, en sus diferentes modalidades, ha experimentado un notabilísimo aumento,
 
En Europa, en tan solo los tres años que van desde 1989 a 1992 se ha duplicado el número de trasplantes, alcanzando cifras del orden de los siete mil anuales. La mitad de ellos corresponde al tipo denominado autólogo, en el que se trasplanta la médula del propio enfermo, conseguida y preparada una vez que, con tratamientos previos, se alcanza la remisión temporal de la enfermedad activa. Con el trasplante autólogo se obtiene la curación o remisión significativa en muchos enfermos con diferentes variedades de linfomas, ciertas leucemias agudas, mielomas, etc. El otro 50% de trasplantes, los alogénicos, es decir de un donante sano compatible, constituye hoy día la mejor y casi única vía de curación de enfermedades como la aplasia medular, ciertas leucemias agudas y crónicas, la talasemia mayor, inmunodeficiencias congénitas, etc.
 
 Es muy importante hacer resaltar que, desde muy reciente, la indicación del trasplante autólogo se está ampliando al tratamiento curativo de algunos tumores sólidos, ya que así se posibilita la administración de altas dosis de quimioterapia contra las células cancerosas del tumor y la toxicidad letal hematológica que usualmente mostrarían esos fármacos a tan alta concentración es evitada mediante el trasplante de las células hematopoyéticas progenitoras de la médula ósea. Tanto es así que, en España, el Ministerio de Sanidad y Consumo acaba de establecer como indicación absoluta asistencial el trasplante de médula ósea para el tratamiento de tumores infantiles como el neuroblastoma y para el tratamiento de ciertos cánceres de adultos como los de células germinales y los de algunas situaciones determinadas del carcinoma de mama. 
 
Es lógico por ello que se haya producido un aumento en la demanda de la terapia del trasplante de médula ósea, lo que ha ocasionado que los centros donde se venía practicando esta técnica estén saturados y con una notable lista de espera, lo que puede dar lugar en ocasiones al fallecimiento de enfermos a la espera del tratamiento. Otro factor muy a tener en cuenta sería el de la deseable cercanía física del correspondiente centro hospitalario respecto al domicilio familiar, para que el control previo y posterior adecuado del enfermo, aparte de la propia intervención, se realice sin las consecuencias adicionales de grandes costos económicos, pérdida del trabajo de los familiares acompañantes, etc.
 
Con estas premisas y considerando que una unidad de trasplante de médula ósea necesita de un cualificado y experto equipo médico y auxiliar, así como de unas instalaciones especiales, ¿cuál es la situación en nuestro ámbito geográfico? En lo que respecta a Murcia, por parte de la Consejería de Sanidad, desde 1991 se comprendió la necesidad de dotar la tecnología y equipo humano capacitado para ofrecer este procedimiento terapéutico y se hizo uso del carácter universitario asociado de su Hospital General y de un núcleo inicial de profesionales dirigido por el catedrático de Patología (Hematología). Asimismo, se construyó, anexo al hospital, un excelente Centro Regional de Hemodonación, con la mejor tecnología actual. Todo ello ha posibilitado la línea ascendente de los trasplantes de médula ósea cuyo número alcanza ya los veinticuatro realizados, todos autólogos. Por otra parte, esta Unidad de trasplantes de médula ósea ha sido uno de los primeros centros de nuestro país que ha incorporado una nueva tecnología en el trasplante, es decir la separación e infusión de las células stem periféricas, células madres que circulan habitualmente por el torrente circulatorio, con­ siguiéndose de este modo simplificar el procedimiento trasplantador. Es indudable que, con tales precedentes y la necesidad social existente, también deberían realizarse los trasplantes alogénicos, de donantes. Lógicamente así se entendió por parte de los responsables políticos y, en su día, se aprobó, incluso con pliego de condiciones técnicas, la adquisición de las correspondientes cámaras de aislamiento o burbujas, por un importe inferior a los 20 millones de pesetas, con lo que a través del necesario y es de esperar que fácil acuerdo con el Insalud se solventaría el problema y se atendería a la justificada demanda social. Sin embargo, desde hace más de seis meses incomprensibles dificultades administrativas, políticas o económicas han hecho detener el proceso con los consiguientes perjuicios para los posibles beneficiarios y sus familiares.
 
En Alicante no existe Unidad de trasplante de médula ósea, y aunque por formar parte de la Comunidad Autónoma valenciana ello haga que el problema pueda resolverse mediante otras vías alternativas, por parte de amplios sectores de responsables médicos, políticos y de la sociedad se ha encontrado el eco suficiente para intentar poner en marcha el proceso y ya existe un grupo de personal médico que está formándose y visitando instalaciones a fin de aunar criterios y establecer colaboraciones futuras. Respecto a Albacete, con menor población, la situación podría considerarse como de espera hasta que la técnica del trasplante de médula ósea pueda ser considerada como algo usual dentro de un buen sistema hospitalario. En todo caso la existencia de una o más unidades de trasplante situadas dentro de una relativa cercanía geográfica sería un hecho positivo para la población afectada de Albacete, Alicante y Murcia, por encima de las divisiones administrativas.
 
Dadas las perspectivas futuras de demanda del trasplante de médula ósea se hace conveniente un estudio serio y documentado de su costo y efectividad real en términos comparativos. Desde luego, la comunidad científica es clara al afirmar que el índice costo/eficacia es muy favorable al trasplante respecto al largo tratamiento convencional quimioterápico alternativo usual. Muchas de las indicaciones del trasplante recaen en jóvenes y la literatura médica indica que el 80% de las personas que superan el trasplante de médula se reintegran sin limitaciones a su vida social y laboral. Otro aspecto, y no menos importante, es que los estudios cooperativos interhospitalarios vienen cada día demostrando con rotundidad la ventaja del trasplante de médula ósea, cuando está indicado, sobre otros tratamientos convencionales. Ante todo ello solo cabe clamar: por favor más trasplantes de médula ósea, y que los responsables políticos y sanitarios sean conscientes de su obligación de facilitar este deseo apoyando sin reservas o excusas más o menos fundamentadas a los equipos preparados y con experiencia al respecto.
 
 
Información adicional
 
*La falta de compatibilidad entre la médula a trasplantar y el receptor imposibilita muchas veces el trasplante alogénico. Para obviarlo se acude a fomentar los donantes de médula ósea, a fin de establecer registros que faciliten su búsqueda en caso necesario, con la colaboración de los diferentes registros nacionales e internacionales ya existentes.
 
* El hacerse donante de médula ósea tan solo implica dar un poco de sangre para analizar el llamado sistema de histocompatibildad. Los datos obtenidos van a para a un registro nacional, en conexión con otros registros internacionales. En caso de ser necesaria la donación de médula ósea, su extracción y preparación se realiza en la Unidad de trasplante más cercana, donde se congela y desde allí se remite al país donde deba realizarse el trasplante. 
*En España, la Fundación José Carreras ha impulsado la existencia del Registro de donantes de médula ósea. En nuestra cercanía se ha creado una Fundación de Lucha contra la Leucemia, que ya cuenta con un registro de más de doscientos donantes, con sus sistemas de histocompatibilidad remitidos a los registros internacionales. Si Ud. desea colaborar y desea hacerse donante de médula ósea puede solicitar información en el Centro Regional de Hemodonación de Murcia, teléfono (968)-341900.
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