La nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) llegó al cometa 67P el 6 de agosto de 2014, tras un viaje de 10 años a través de nuestro sistema solar. El vehículo Philae fue enviado a su superficie el 12 de noviembre de 2014, siendo el primer caso de aterrizaje en un cometa.

 

Dentro de unas horas se producirá el fin de la vida de Rosetta. La misión finalizará el viernes 30 septiembre el año 2016 tras con un descenso controlado a la superficie del cometa 67P. Sin embargo, su legado vivirá en aplicaciones en la Tierra, desarrolladas por académicos de la Open University, incluyendo algunas relacionadas con la Medicina y la Biología.

 

Ello se vehicula a través de un laboratorio de investigación en la Open University bautizado como mini-Tolomeo. Dirigido por el profesor de Ciencias Planetarias Ian Wright, Tolomeo ha servido para detectar la composición isotópica del cometa y la experiencia desarrollada se está adoptando para su uso en el sector de la salud y las aplicaciones comerciales. Así. el Dr. Morgan y sus colegas en la ciencia espacial han utilizado los conocimientos de Tolomeo para desarrollar un procedimiento que imita cómo huelen los perros posibilitando poder “olfatear” el cáncer, habiendo comenzado su aplicación para la detecció más precoz del cáncer de próstata, uno de los tipos más mortales para los hombres en el Reino Unido.

 

Otra aplicación ha consistido en un analizador para evaluar la calidad del aire dentro de los submarinos británicos y generar alertas si hay una acumulación de gases peligrosos, como el CO2. Curiosamente,  recientemente, la experiencia ha sido utilizado por algunas perfumerías en París para mejorar las fragancias, y ahora también está siendo aplicada por los hoteleros para ‘olfatear’ la presencia de chinches.

 

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