Es bien conocido que el grafeno es un material bimensional que consiste en una sola capa de átomos de carbono, extremadamente delgada, fuerte, flexible y buena conducción de la electricidad. Las aplicaciones del grafeno se amplian continuamente y las futuras aplicaciones para el cuerpo podrían ser biosensores y sistemas que se situaran en el lugar adecuado para realizar diagnósticos precisos ya que el grafeno es particularmente sensible y puede responder a su entorno en el cuerpo.

 

Esta semana en la revista Nanoscale se han publicado los resultados de una investigación que, por primera vez, ha logrado unir una capa de grafeno a una monocapa estable de lípidos, con la intención de conseguir pronto formar una especie de sándwich de grafeno recubierto por dos capas de lípidos, con una estructura parecida a la de las membranas celulares,  logrando una combinación que pueda penetrar fácilmente en los tejidos corporales y actuar como sensores.

 

Según los investigadores sus resultados sugieren una alta afinidad entre las colas de lípidos y el grafeno basal promoviendo una heteroestructura favorable para aplicaciones como biosensores, y representa el primer paso hacia la integración de grafeno en una bicapa lipídica.

 

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