Residuos por doquier
Tratar de residuos urbanos, industriales o tóxicos lleva necesariamente a consideraciones ecológicas o medioambientales, pero, en cualquier caso, la producción de residuos es el tributo obligado del desarrollo de los países y es tanto mayor cuanto mayor es también el número de materias primas transformadas en mercancías y cuanto mayor sea el aumento de las demandas materiales de la población
Tratar de residuos urbanos, industriales o tóxicos lleva necesariamente a consideraciones ecológicas o medioambientales, pero, en cualquier caso, la producción de residuos es el tributo obligado del desarrollo de los países y es tanto mayor cuanto mayor es también el número de materias primas transformadas en mercancías y cuanto mayor sea el aumento de las demandas materiales de la población. La magnitud del problema planteado se refleja en cifras como que sólo en los países miembros de la CEE producimos anualmente 2.200 millones de toneladas de residuos, de los que se procesan tan sólo un pequeñísimo porcentaje, a pesar de lo cual la gestión de residuos en la Comunidad da empleo a más de 3.000.000 de personas y mueve más de 200.000 millones de ecus. Sólo en España producirnos unos 9 millones de toneladas anuales de residuos industriales peligrosos de las que se tratan un 20%.
ISWA es la sigla del organismo internacional en el que se integran los científicos y expertos de la gestión de residuos sólidos. Cada 4 años celebran un gran congreso donde diversos grupos de trabajo, asociaciones regionales, internacionales y comités especializados analizan la situación mundial respecto a la producción y tratamiento de billones de toneladas de residuos, muchos de ellos peligrosos, que pueden afectar de un modo profundo e irreversible a nuestro entorno medioambiental. En 1984 el congreso tuvo lugar en Filadelfia, en 1988 en Copenhague y en 1992, como es lógico, la sede ha sido España, concretamente Madrid, hace aproximadamente un mes, organizado fundamentalmente por la sociedad española correspondiente, ATEGRUS, Asociación Técnica para la Gestión de Residuos Sólidos.
Como una pequeña aportación al tema de los residuos contaminantes comentaremos algunas noticias recientes al respecto de índole nacional o europea, comenzando con la prevista reforma de nuestro Código Penal, cuyo artículo 306 puede elevar a 4 años de cárcel (6 en caso de industrias clandestinas) y multas de hasta 24 millones de pesetas las penas a los responsables de industrias contaminantes, contemplando asimismo la prisión, multa o inhabilitación para cargos públicos de los funcionarios que colaboren en la concesión de licencias o informes inadecuados.
Este cambio del Código Penal será acompañado también por la reforma del actual Plan Nacional de Residuos Tóxicos y Peligrosos, cuyos objetivos alcanzados han sido por ahora muy pobres y así sólo están registradas algo menos del 10% de las empresas contaminantes reales y, por otra parte, aún no existe en nuestro país ninguna planta incineradora de residuos industriales. Más aún, los vertidos al agua procedentes de ciudades, granjas, industrias y mataderos, según un informe de la Secretaría de Estado para las Políticas del Agua y del Medio Ambiente del MOPU, harían necesarios sistemas de depuración por importe global de 800.000 millones de pesetas y de 500.000 millones de pesetas para sistemas colectores, con el añadido de que el 80% de esas inversiones debería realizarse antes del año 2000.
En las comunidades autónomas de Valencia, Castilla-La Mancha y Murcia, aproximadamente la mitad de la población aún carece de instalaciones para depurar las aguas residuales, en abierta contradicción con la directiva comunitaria que exige que TODAS las aguas residuales, tanto urbanas como industriales, sean depuradas antes de ser vertidas y que ello ocurra antes de año 2000, incluso en las poblaciones de 2.000 habitantes.
Siguiendo con Europa, en Maastricht se aprobó la creación de un fondo medioambiental, pero el alcance de esta decisión todavía no se ha concretado. Así el Servicio de Estudios Europeo acaba de resumir en una amplia publicación las normas e iniciativas existentes en aspectos como la aplicabilidad de la directiva europea sobre residuos, las propuestas sobre pilas y acumuladores con materias peligrosas; las normas sobre vertidos al mar; la aparición del concepto de responsabilidad civil por daños causados por los residuos que se produzcan, etc. En el capítulo de iniciativas positivas podemos citar al programa comunitario Thermie, con la estrategia de desarrollar nuevas tecnologías energéticas menos costosas y menos contaminantes que las actuales. Con un presupuesto total de cerca de cien mil millones de pesetas para el quinquenio 1990-1995 España ocupa por ahora un destacado puesto por las subvenciones ya conseguidas.
Otra iniciativa interesante es la actual discusión de una propuesta directiva de las Comunidades sobre la realización de auditorías ambientales en las empresas y organismos a fin de minimizar la producción de residuos y revalorizar los que hayan de producirse. El Colegio de Comisarios de las Comunidades pretende que la participación de las empresas sea voluntaria, salvo en casos importantes en los que la auditoría se declararía obligatoria. Las empresas que cumplan satisfactoriamente podrán utilizar un logotipo acreditativo significativo de que se suman y participan en el interés de los conciudadanos de vivir con un medio ambiente más limpio y menos contaminado.