Poco se sabe con precisión respecto a cómo y por qué el campo magnético terrestre invierte su dirección. Dos matemáticos de la Universidad de Exeter, de Gran Bretaña, acaban de desarrollar un modelo simplificado del proceso basado en su postulada existencia de un núcleo terrestre más interno, sólido, estabilizador, que ocuparía la mitad del radio terrestre y que estaría rodeado de una capa de hierro líquido fundido.