Por iniciativa de la ONU, el próximo 19 de noviembre se ha declarado como “Día Mundial del Inodoro” (http://goo.gl/X3DWtJ), para estimular los esfuerzos para ayudar a la salud y la seguridad en los países en desarrollo reduciendo la defecación al aire libre.  Se calcula en casi mil millones de personas en el mundo en desarrollo las que no tienen acceso a aseos y defecan al aire libre.  El United Nations University Institute for Water, Environment and Health acaba de publicar un informe al respecto (http://goo.gl/MgjojT), proponiendo soluciones creativas y útiles para este grave problema de salud, para que los residuos fecales en lugar de contaminar el medio ambiente y provocar la transmisión de enfermedades, puedan ser aprovechados para proporcionar calor o energía a millones de hogares.

 

Han calculado que si se instalasen letrinas públicas en esos países para poder recoger todos los residuos humanos actualmente defecados al aire libre, por su simple tratamiento térmico en hornos a temperaturas superiores a 300 ºC, se podrían transformar en briquetas térmicas semejantes al carbón vegetal, capaces de producir el equivalente a 8,5 millones de toneladas de carbón de leña.

 

Y con un paso más de sofisticación en el tratamiento, si los residuos se llevasen a instalaciones para ser fermentados con microbios productores de metano, el gas producido tendría un valor superior a los 376 millones de dólares y podría ser utilizado para generar electricidad suficiente para cubrir las necesidades de 18 millones de hogares. El costo de cualquiera de esas soluciones sería amortizado en menos de dos años y, en todo caso, constituirían un paso importante en la conservación y mejora del medio ambiente y de la Salud.

 

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http://goo.gl/1XEuc9