Ciencia y salud

Por José Antonio Lozano Teruel

El teléfono del Mundo

El pasado viernes, día 8 de enero de 1997, una noticia pasó prácticamente inadvertida: por pequeños problemas técnicos se interrumpía la cuenta atrás y se posponía, en el complejo espacial de las Fuerzas Aéreas americanas en Vanderberg, California, el lanzamiento de tres pequeños satélites Iridium que usarían como propulsor un cohete McDonnell Douglas Delta II.

Pero este lanzamiento que, posiblemente, tenga lugar definitivamente el próximo domingo día 19 de enero, significaría el inicio de lo que se ha considerado la mayor aventura aerospacial emprendida hasta la fecha, financiada privadamente, con un costo global superior a los tres mil quinientos millones de dólares. Hace algo más de tres años, en otra colaboración divulgativa, nos ocupábamos de lo que hasta entonces era solo un proyecto, pero que hoy, adelantando plazos, se está convirtiendo en una realidad operativa comercial para los próximos años.

Se trata de una red de 66 satélites, permanentemente girando alrededor de la Tierra, que harán posible la transmisión, a un costo moderado, desde cualquier lugar del mundo, mediante teléfono móvil o fijo, de voces, datos, telefax, imágenes, etcétera, hasta cualquier otro lugar del mundo, con una cobertura terrestre total. Además, permitirá la comunicación directa entre satélites y teléfonos de los usuarios, desapareciendo los problemas derivados del funcionamiento deficiente actual de los nodos terrestres de recogida y envío de señales: zonas oscuras, saturaciones, falta de servicios compatibles en muchas naciones, etcétera.

EL PROYECTO. Fue concebido en 1987, por los ingenieros de la empresa multinacional MOTOROLA, para superar las dificultades de los satélites geoestacionarios, que han de situarse a gran altura, lo que obliga a que la recepción o envío de señales haya de realizarse con antenas parabólicas, ya que la potencia de la señal disminuye con el cuadrado de la distancia. Con el proyecto hoy comentado, el IRIDIO, bastarán las antenas monopolos, de varilla, usuales en los actuales teléfonos móviles. Para conseguir ello, permanentemente habrán un gran número de satélites LEO (Low Earth Orbit) girando alrededor de la Tierra a baja altura.

En 1991 se creó la empresa Iridium Inc.; en 1992 se asignaron para el proyecto unas frecuencias específicas, en una Conferencia mundial sobre comunicaciones; en 1993 finalizaron los acuerdos previos financieros; y en 1995 comenzó la construcción de los satélites y de la diversa infraestructura. Cada uno de los 66 satélites que esté en órbita cubrirá, en cada momento, una determinada zona terrestre variable, de modo que, entre todos ellos, se alcanzará siempre a cualquier punto de la superficie terrestre, desde la que podrá existir conexión con cualquier otro punto de nuestro planeta. La comunicación entre los satélites también permitirá la conexión con cualquier punto accesible difícil de los polos, montañas, o vehículos, embarcaciones y aeronaves. El peso de cada satélite es solo de 689 kilos, con 13 m de longitud y 4 m de anchura, girando sobre la Tierra a 780 km de su superficie. Como se necesitarán ir reponiéndolos cada determinado tiempo, ya que su vida media será de 8 años, se ha encargado a la empresa LOCKHEED la construcción de 125 satélites por un importe superior a los 700 millones de dólares

COMPATIBILIDAD. Las conexiones intersatélites se realizarán en la banda Ka de frecuencias entre 23,18 y 23,38 Hz. Por otra parte, a fin de conseguir la mayor eficacia, el sistema Iridio usará una combinación de frecuencias FDMA/TMDA. FDMA son las iniciales inglesas de Frequency Division Multiple Access y TMDA las de Time Division Multiple Access. La banda L (1616-1626,5 Mhz servirá para el enlace entre los satélites y los terminales telefónicos de cada abonado. La banda Ka (19,4-19,6 Ghz así como 29,1-29,3 Ghz) se usará para los enlaces (descendentes y ascendentes, respectivamente) entre los satélites y una red estratégica de estaciones terrestres. El papel de estas estaciones terrestres, en contacto con los satélites, es el de proporcionar también conexión con la actual diversidad de redes telefónicas existentes, tanto por cable como móviles. De ese modo se garantiza la comunicación entre cada terminal Iridio con cualquier terminal de otro sistema en cualquier lugar del mundo.

Estas estaciones terrestres de entrada al sistema Iridio operaran con sistemas Siemens EWSD-900 y serán explotadas comercialmente por una serie de compañías asociadas al proyecto. Como es lógico, existirá un control central, y otros dos subsidiarios, de la red y de los satélites, ubicándose el central en las cercanías de Washington, DC.

LOS TERMINALES. Los terminales personales telefónicos Iridio, como se deduce de lo expuesto, tendrán la posibilidad de funcionar como teléfonos celulares móviles, en los países y áreas en los que ya existen estos servicios, tal como en gran parte de España, pero también podrán usarse como teléfonos digitales móviles directos por satélite. Irán provistos internamente de un puerto interfaz RS232 que hará posible la transferencia de datos y de facsímiles. La voz será transmitida a 4,8 Kb por segundo y los datos a 2400 bps. Las unidades estarán dotadas de tarjetas personales semejantes a las ya usadas en la telefonía móvil digital y su batería tendrá capacidad para una hora de conversación o 24 horas de espera. Como complemento, se podrá adaptar un visor de tamaño de bolsillo capaz de recibir y visualizar hasta 66 mensajes.

Por otra parte, se han diseñado también unas unidades semiportátiles de intercambio móvil que se podrán desplazar a zonas geográficas remotas, para proporcionar accesos compartidos, en zonas rurales, a los servicios del sistema Iridio. Para uso individual de los pasajeros de aviones habrá, asimismo, accesorios específicos en los asientos de las aeronaves que proporcionen servicios de voz, datos y telefax. Además, se han modulado unas unidades que podrán aprovechar la energía solar y que funcionarán como cabinas telefónicas en sitios donde hasta ahora no se dispone de este tipo de servicios.

El interés internacional por el proyecto ha hecho que 17 grandes conglomerados internacionales de comunicaciones hayan constituido Iridium LLC, bajo el liderazgo de MOTOROLA, para desarrollar el proyecto a escala mundial. Entre las empresas que están realizando importantes tareas para el proyecto se encuentran algunas de la envergadura de LOCKHEED, RAYTHEON, MCDONNELL DOUGLAS, STET, SIEMENS, TELESPAZIO, CHINA GREAT WALL INDUSTRY CO., KHRUNISCHEV STATE RESEARCH, etcétera. Los primeros tres satélites, que presumiblemente serán puestos en órbita inmediatamente, ya serán operativos y servirán para comprobar los complejos sistemas de controles y el hardware y software que se utilizarán cuando estén funcionando simultáneamente, quizá el próximo año, los 66 satélites en 11 series de 6 unidades cada una de ellas. En cualquier caso, se abre un nuevo y gran capítulo en las comunicaciones mundiales. Deseemos que los hombres, que técnicamente podrán comunicarse sin dificultad unos con los otros, sepan además aprender a comprenderse entre ellos.

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