Efecto invernadero
El dióxido de carbono es el principal gas causante del efecto invernadero al que se le achaca, bastante generalizadamente, el calentamiento global de la Tierra. De estudios realizados en depósitos permanentes congelados de hielo se sabe que, al menos durante mil años, antes de año 1800, su concentración atmosférica permaneció estable, del orden de 280 partes por millón. Como consecuencia de la industrialización y su mayor emisión, la concentración ahora es un 30 % superior a la existente durante siglos. En la situación actual de la civilización se calcula que cada persona viva está acompañada de la emisión a la atmósfera de una tonelada anual de ese gas.